La historia de Warmi Tsinani comenzó en 2010, cuando un grupo de agricultoras de los distritos de Río Negro y Mazamari, en Satipo, decidió unir fuerzas para darle valor agregado a su producción de cacao. «Iniciamos con 72 mujeres, todas comprometidas con la idea de transformar nuestras vidas y las de nuestras familias», cuenta Marisela Lima Huayra, actual presidenta de la asociación.

Inspiradas por el deseo de generar ingresos propios y mejorar su calidad de vida, estas mujeres dieron vida a una asociación que hoy es sinónimo de perseverancia y éxito. Bajo el nombre de «Warmi Tsinani», reflejan la interculturalidad y los orígenes amazónicos y andinos de sus socias, pues «Warmi» significa mujer en quechua y «Tsinani» también es mujer en asháninka.

Rompiendo estigmas de género

Desde sus inicios, la asociación enfrentó desafíos culturales y sociales. «Al principio, nuestros esposos no entendían por qué dedicábamos tiempo al trabajo fuera del hogar. Nos cuestionaban que no estuviéramos en casa”, recuerda Marisela. Estos retos no fueron fáciles de superar.

Las mujeres tuvieron que demostrar continuamente que sus roles no se limitan al hogar y la crianza de los hijos. «Pasaron varios meses hasta que vieron los frutos de nuestro trabajo. Con el tiempo, demostramos que podíamos contribuir significativamente al bienestar de nuestras familias», añade Marisela con orgullo, pues gracias a su labor en la asociación logró cubrir los estudios de sus tres hijos.

Colaboración y apoyo

Desde su fundación, la asociación contó con el apoyo de diversas instituciones. Fomento de la Vida (Fovida), en colaboración con el Fondo de las Américas (Fondam), fue un pilar fundamental en su desarrollo. «Con el apoyo de Fovida, no solo mejoramos nuestro proceso productivo, sino que también fortalecimos nuestro liderazgo y empoderamiento», señala Marisela.

En 2016, Agroideas cofinanció un Plan de Negocio con un monto de S/128 556 para la adopción de tecnología. Esta inversión incluyó más de 9000 plantones de cacao, insumos para fertilización y asistencia técnica, lo que permitió a la asociación mejorar el manejo del cultivo y optimizar el proceso de cosecha y post cosecha. En 2019, lograron establecer un convenio con la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), que les brindó apoyo técnico en los años siguientes.

Producción agroecológica y artesanal de calidad

Warmi Tsinani se especializa en la producción de chocolates artesanales y otros productos derivados del cacao. Entre sus ofertas se encuentran chocolates 70% bitter, bombones, cócteles de cacao y café, así como mermeladas de piña y maracuyá con piña. Todos estos productos se elaboran bajo un proceso de producción agroecológica, garantizando un impacto positivo en el medio ambiente.

Uno de los momentos más significativos para Warmi Tsinani fue en 2019, cuando ganaron el premio del Cacao de Plata en el ‘Salón del Cacao y Chocolate’. Este reconocimiento puso en el mapa internacional a la asociación y validó años de esfuerzo y dedicación. «Ganar ese premio fue un sueño hecho realidad. Nos demostró que estamos en el camino correcto y que nuestro trabajo es de alta calidad», comenta Marisela emocionada.

Mirando al futuro

A pesar de los logros, la asociación sigue enfrentando desafíos. «Necesitamos más apoyo para acceder a mercados nacionales e internacionales y mejorar nuestras instalaciones», expresa Marisela. Las metas futuras de Warmi Tsinani incluyen expandir su planta procesadora, aumentar la capacitación técnica y continuar innovando en sus productos.

«Nuestro objetivo es poder tener una propia planta de procesamiento, que cumpla con la certificación y que nuestra marca sea reconocida mundialmente, para ello necesitamos el apoyo de nuestras autoridades locales», afirma con determinación. Además sueña con ver a más mujeres de su comunidad empoderadas y líderes en sus respectivos campos.

Los productos de Warmi Tsinani están disponibles en dos tiendas en el distrito de Río Negro. «Invitamos a todos a visitar nuestra planta y probar nuestros productos. Cada compra apoya directamente a nuestras socias y a sus familias», concluye Marisela.